Sin dudas que todo argentino siempre tiene un talento oculto. Pero nadie llegó a pensar que un joven de 10 años podía tener tales destrezas en el ajedrez, para vencer al mejor jugador del mundo. Faustino Oro cobró muchísima popularidad el último tiempo por haber logrado vencer al noruego Magnus Carlsen, quien hasta ahora era considerado el mejor ajedrecista del mundo.
La realidad es que el encuentro fue de lo más interesante. Se trataba de una partida bullet, en la que ambos jugadores tiene solamente un minuto para pensar y realizar su próxima jugada. Eso quiere decir que la velocidad de la mente tiene que ser total y es un tipo de partida que la puede realizar los que más saben de este deporte.
LA HISTORIA DE FAUSTINO, EL CRACK ARGENTINO DE AJEDREZ
Si bien la noticia es el hecho de que el joven argentino le haya ganado a una leyenda, la historia familiar del mismo vale la pena ser contada. El encuentro de Faustino y el ajedrez fue un hecho meramente casual, durante los meses de confinamiento. Lo cierto es que el encierro hizo que el pequeño tenga que buscarse nuevas formas de entretenimiento, y fue así como comenzó a ejercer este deporte.
Lo impactante fue lo rápido que se desarrolló sus habilidades, dejando sorprendidos a sus dos padres. Él es el único hijo de un matrimonio de contadores, y cursó hasta cuarto grado en la escuela de San José de Calasanz. Sin embargo, su gran don hizo que la vida lo lleve hasta otras partes del mundo, para que pueda seguir explorando esta veta creativa.
“Fausti ya había visto a su papá jugando ajedrez por Internet, pero no le había parecido algo lindo, más bien aburrido. Faustino, se enganchó y empezó a jugar; todo lo que siguió se parece a una película. Ya no me quedan carpetas y biblioratos para guardar todo lo que se ha escrito sobre él, de sus logros, sus récords; todo pasó muy rápido”, explicó su mamá, Romina.
El argentino es el único en el mundo que en los más de quince siglos que hay documentados sobre este deporte logró obtener un puntaje de 2316 en tiempo récord, colocándolo por encima de grandes figuras en este rubro como lo son Fischer, Karpov y Kasparov, e incluso del actual N°1 del mundo y ex campeón mundial Carlsen.
Es así que la familia se vio obligada a mudarse a la Península Ibérica, en donde el pequeño estará reunido con las grandes figuras en este deporte. La idea es que el siga combinando sus estudios escolares mientras termina perfeccionando sus destrezas, para así terminar compitiendo en los grandes torneos internacionales. Eso sí: siempre portando la bandera de Argentina.
“Faustino tiene un gran futuro en Europa donde estará junto a la élite y mantendrá la posibilidad de ser el N°1 del mundo, por cantidad y calidad de los torneos. Con el ajedrez sucede el mismo fenómeno que con otros deportes, en los que nuestros mejores jugadores de fútbol, rugby, tenis, voleibol o handball también se marchan”, sentenció Mario Petrucci, presidente de la Federación Argentina de Ajedrez
