Un argentino cuenta el “lado B” de vivir en el país más feliz del mundo

El argentino es Nahuel Ríos, de 39 años y cuenta cómo es su experiencia viviendo en Finlandia, en la zona escandinava.
argentino

A sus 39 años, Nahuel Ríos, argentino, tiene mucho para decir. Pero sobre todo de la forma en la que vive en Finlandia, considerado como uno de los países “más felices del mundo”, según las estadísticas que brinda la ONU todos los años. Esos análisis toman en cuenta miles de variables, pero descarta por completo la felicidad de sus habitantes, y como ellos se sienten allí.

Lo cierto es que si bien a nivel estructura social y política las cosas están en perfectas condiciones, hay muchas cuestiones que afectan a la felicidad de los finlandeses, y a los extranjeros que viven allí. Especialmente el rubro de salud mental y emocional de las personas, que no es muy tenido en cuenta por políticos.

Y eso es lo que expone el argentino, que ya lleva varios años viviendo en el norte del mundo. “Si evaluamos todo eso hasta te puedo decir que es el mejor país de Europa para vivir, pero tiene otros aspectos relacionados con lo emocional y la salud mental que no lo hace tan amigable; y mucho menos para los extranjeros”, explica.

Nahuel y su novia finlandesa.

CÓMO ES VIVIR EN FINLANDIA, SEGÚN UN ARGENTINO

Nahuel Ríos vive en Finlandia hace 8 años y se fue de la Argentina, no cansado de las cuestiones sociales del país, sino para perseguir un amor. Conoció a su novia en Buenos Aires, ella del país nórdico, y cuando le comentó que iba a regresar a su ciudad natal, él optó por acompañarla y vivir allí, con mucha valentía y entusiasmo.

Este país tiene cosas muy avanzadas con respecto a otros Estados europeos que lo vuelven un ícono, digno de ser admirado y aplaudido. El sistema educativo, los bajísimos niveles de pobreza, la igualdad de género, la economía… en fin, todo funciona a la perfección en este lugar nórdico, por lo que siempre termino primero en los rankins de la ONU.

El argentino se mudó a Finlandia por amor.

Pero tiene una gran contra que afecta por completo esta estructura: el clima, y por ende, la falta de sol. Debido a la posición en la que se encuentra, casi siempre es de noche en invierno y en verano, la temperatura no llega a subir los 15º. Es por eso que, para un extranjero, puede ser muy duro, especialmente por la oscuridad que se maneja.

“El frío no solo hace que tu cuerpo sienta un estado de cansancio o pereza permanente sino que también repercute en la mente. Te vuelve más melancólico o depresivo. No cualquiera soporta tres meses de noche ártica, que es cuando el sol no se eleva sobre el horizonte, con tormentas de nieve y vientos huracanados de 90 kilómetros por hora. Por el contrario, en verano, a las 2 de la mañana seguís viendo el cielo con claridad como si fuese pleno día, es un atardecer eterno”, añade el argentino.

El falta de sol y el frío afectó tanto a Nahuel, quien no esperaba enfrentarse a estas situaciones, que se vio obligado a tener que recurrir a ayuda psicológica para poder enfrentarlo. “Contacté a un profesional argentino porque necesitaba hablar con alguien que entendiera lo que estaba pasando así que hice terapia por zoom. Atravesé una crisis de identidad por vivir tantos años en Finlandia”, añadió. A pesar de todo, asegura que la calidad de vida que tiene ahí no la cambia por nada del mundo y está más que dispuesto a seguir luchando para quedarse en ese país.

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