Argentina ha logrado una clasificación histórica a las finales de la Copa Davis 2024, tras vencer a Finlandia 3-0 en una serie disputada en Manchester. Este resultado no solo coloca al equipo argentino entre los ocho mejores del torneo, sino que también simboliza el resurgimiento del tenis argentino en el ámbito internacional, recordando a muchos la memorable victoria en 2016 cuando el país se alzó con la Ensaladera de Plata.
La serie ante Finlandia fue crucial, ya que los argentinos necesitaban ganar por un marcador contundente para asegurar su clasificación sin depender del resultado entre Canadá y Gran Bretaña, los otros dos equipos del grupo. Los encuentros fueron disputados en condiciones difíciles, en canchas cubiertas, un escenario que históricamente ha sido desfavorable para el equipo argentino. Sin embargo, los jugadores respondieron con gran carácter y determinación.
CÓMO FUERON LAS SEMIFINALES DE LA COPA DAVIS
El primer punto lo ganó Tomás Etcheverry, quien enfrentó a Eero Vasa. A pesar de la diferencia en el ranking —Etcheverry, 34° del mundo, y Vasa, 703°— el partido fue competitivo, especialmente en el primer set, que se definió en un tiebreak. Finalmente, Etcheverry se impuso 7-6 (7-5), 6-3, dándole a Argentina el primer impulso hacia la victoria. Etcheverry, conocido por su capacidad de adaptación y fortaleza mental, demostró una vez más por qué es considerado uno de los jugadores más prometedores del tenis argentino.
El segundo punto fue clave, y Francisco Cerúndolo, actual número 31 del mundo, lo consiguió al derrotar a Otto Virtanen, el finlandés clasificado en el puesto 110. Aunque Cerúndolo perdió el primer set en otro apretado tiebreak, logró remontar con contundencia, cerrando el partido con parciales de 6-1 y 6-0. Este resultado fue fundamental para que Argentina asegurara la serie. Cerúndolo ha sido un pilar importante para el equipo en los últimos años, y su capacidad para recuperarse en los momentos críticos ha sido una característica destacada en su carrera.
El partido de dobles, siempre una prueba crucial en la Copa Davis, quedó en manos de la pareja de Andrés Molteni y Máximo González, quienes lograron una importante victoria frente a Harri Heliövaara y Patrick Kaukovalta. Tras un primer set adverso, los argentinos remontaron para ganar 6-7 (3-7), 6-4, 6-3, cerrando la serie con un 3-0 definitivo. Esta victoria fue una muestra del trabajo en equipo y la experiencia de los doblistas argentinos. La pareja Molteni-González, a pesar de no haber tenido una temporada estelar en el circuito, demostró su habilidad y cohesión, aspectos fundamentales en el formato de la Copa Davis.
Este triunfo marca un hito significativo para Argentina, ya que después de cinco años, el equipo vuelve a estar entre los finalistas de la Copa Davis. Desde 2016, cuando se coronaron campeones por primera vez, el tenis argentino había enfrentado altibajos en este prestigioso torneo, con cambios en la capitanía y actuaciones inconsistentes. La clasificación de este año es una señal de que el equipo ha recuperado su fuerza y cohesión. La Copa Davis ha sido históricamente un evento crucial para el tenis argentino, con victorias memorables y momentos que han marcado la historia del deporte en el país.
El capitán del equipo, Guillermo Coria, ha sido clave en este proceso de reconstrucción. A pesar de algunos tropiezos en las fases iniciales, como la derrota ante Canadá, Coria realizó ajustes estratégicos que fueron vitales para los siguientes enfrentamientos. Su decisión de cambiar la alineación, especialmente al incluir a Etcheverry en lugar de Sebastián Báez en los partidos clave, resultó fundamental para asegurar la clasificación. Coria, exjugador de renombre y campeón de Roland Garros, ha sido fundamental en la formación y motivación del equipo, mostrando un enfoque estratégico y adaptativo que ha beneficiado a los jugadores.
El regreso de Argentina a las finales tiene un significado especial no solo por el logro en sí, sino por el contexto en el que se produce. Este año ha sido complicado para el tenis argentino, con una actuación discreta en los Juegos Olímpicos de París y conflictos internos dentro del equipo. Sin embargo, este triunfo en Manchester ha unido nuevamente al equipo y ha generado una nueva ola de optimismo. La capacidad de superar adversidades y mantenerse enfocado en los objetivos ha sido una característica destacada de este equipo.
La clasificación a las finales que se disputarán en Málaga en noviembre representa una oportunidad de redención y un posible camino hacia un segundo título de Copa Davis. El equipo enfrentará a los mejores del mundo en esta fase, y aunque el desafío es enorme, el espíritu y la confianza generados por esta victoria colocan a Argentina en una posición favorable. La preparación y el enfoque en los próximos meses serán cruciales para el éxito en la fase final.
Además del mérito deportivo, este logro tiene implicaciones profundas para el tenis argentino en términos de motivación para las nuevas generaciones. El éxito en la Copa Davis siempre ha sido una fuente de inspiración para los jóvenes tenistas, y ver al equipo nuevamente entre los mejores del mundo es un aliciente para continuar desarrollando el talento local. Los jóvenes jugadores argentinos estarán atentos a la actuación del equipo en las finales, viendo en ellos un ejemplo de dedicación y éxito.