Sin dudas que muchos se preguntan cómo es eso de ir al espacio. Y es que la infinidad de preguntas que hay sobre el sistema solar y todo lo que lo rodea, hace que miles intenten averiguarlo. Un argentino, oriundo de la provincia de Córdoba, no necesariamente fue hasta el espacio, pero sí logró llegar al pueblo que está cerca de éste.
Ricardo Damían Lorenz es un youtuber que le gusta recorrer el mundo en su moto, y va documentando cada lugar que conoce. Fue así como llegó a La Rinconada, un pueblo en Perú que está ubicado a más de 5100 metros de altura, que fue catalogado como la ciudad que más cerca se encuentra del espacio exterior. Pero la vida allí, no es nada como se la piensa.
CÓMO ES LA RINCONADA, SEGÚN EL ARGENTINO
Lo cierto es que Ricardo no sabía que esperar cuando llegó a este lugar. Muchos estaban seguros que tenía alguna que otra base militar para registrar los movimientos de astros de más cerca, mientras que otros consideraban que hasta los marcianos la visitaban los días de semana. No obstante, nada esto terminó sucediendo.
El argentino se sorprendió al notar que se trataba de un pueblo que se había quedado estancando en el tiempo. Adornado por una de las vistas más bellas, el pueblo tenía a su gente viviendo en condiciones deplorables. No había agua potable, ni mucho menos luz ni electricidad. Todo era como volver a inicios del siglo XX.
“Fui con la idea de quedarme unos días pero ni siquiera me atreví a pasar una noche. Cuando llegué con mi moto y mi cámara de fotos llamaba mucho la atención. Me distinguieron a dos cuadras y contrastaba mucho con el paisaje local. Sentí que no era bienvenido. Se creían que había llegado para robarles trabajo”, indicó el argentino.
El objetivo del viajero no era más que investigar la zona, la cual había sido muy poco recomendada por los habitantes de Puno, la ciudad más cercana a La Rinconada, a solo 205 kilómetros de distancia. El youtuber confesó que le generó mucha intriga este lugar cuando todos los peruanos no dejaban de darle indicaciones de que se no viaje hasta ese lugar.
“Todo el mundo llega en busca de oro y te encontrás con situaciones totalmente humillantes: gente afuera hurgando entre los desechos de la minera a ver si pueden encontrar algo”, expresó y añadió que debido a los altos niveles de pobreza la prostitución y la trata de blancas es uno de los mayores problemas que tienen las personas que llegan al lugar en busca de empleo.
Ricardo, luego de su triste y fuerte decepción, optó dejar el pueblo e irse con uno de los recuerdos más duros. “Es tierra de nadie y también un lugar elegido por gente que está prófuga por la justicia para esconderse. Y ni hablar de la cruda realidad de las chicas que llegan engañadas y las someten a la prostitución. Después de ver todo eso, me dio miedo quedarme.
La gente que alquila piezas te pregunta si la querés ‘sola o con una niña’, en alusión a estar acompañado por una prostituta, muchas de las cuales son menores de edad”, concluyó.