En 1985 se estrenaba un largometraje que pronto se convertiría en uno de los clásicos más amados por todos los argentinos. Esperando la Carroza es una película dirigida por Alejandro Doria, y se destaca por su ingeniosa narrativa y su brillante elenco de actores. La trama gira en torno a una familia disfuncional de clase trabajadora que se ve inmersa en una serie de enredos cómicos mientras esperan la llegada del cadáver de la abuela, a quien todos parecen haber olvidado.
La película presenta una crítica social sutil pero efectiva, revelando las tensiones y los conflictos dentro de la familia mientras cada miembro lucha por satisfacer sus propios intereses egoístas. A través de situaciones hilarantes y diálogos ingeniosos, Esperando la Carroza muestra cómo los lazos familiares pueden ser tanto hilarantes como desgarradores. Los personajes, desde la abuela excéntrica hasta los hijos desconsiderados, están magistralmente interpretados por un elenco de actores excepcionales, como China Zorrilla, Antonio Gasalla, y Luis Brandoni.
La película se desarrolla en un contexto social específico de Argentina durante los años 80, reflejando las realidades cotidianas y las luchas de la clase trabajadora en ese momento. A pesar de ser una comedia, aborda temas universales como la vejez, la avaricia, la ambición y la disfunción familiar, lo que la convierte en una obra atemporal que resuena con audiencias de todas las generaciones. Su éxito duradero y su estatus como película de culto en Argentina se deben en gran parte a su habilidad para capturar la esencia de la vida familiar argentina con humor y corazón.
El tiempo pasa y a pesar de haber cumplido 35 años, la película no deja de posicionarse como una de las comedias más desopilantes dentro de la carta argentina, y ha sabido mantener esta posición a pesar de los cambios generacionales y del lenguaje del cine. En este artículo se exploran cinco curiosidades acerca del film, que probablemente muchos no sabían.
5 CURIOSIDADES SOBRE ESPERANDO LA CARROZA
1. El personaje de Mama Cora: a diferencia de lo que muchos consideran, el personaje de Mamá Cora no fue pensado para la película. Y encima mucho menos: solo iba a aparecer durante unos pocos minutos al final del film, según lo que pactaba el guion original. Pero Alejandro Doria quiso que esto cambie y le dio un tono distinto. Contactó a Antonio Gasalla, quien venía haciendo el personaje ante un tiempo, para que le de vida a este papel. “Hacía el personaje en el Maipo desde hacía cinco años, eran dos viejas que hablaban en el banco de una plaza. Doria lo vio y se hizo algo parecido en la película”, explicó el humorista.
Sin embargo el actor diferencio a la Mamá Cora de la película de 1985 de la que había hecho en teatro, para marcar la originalidad de la pieza de Doria, y que no parezca una co-producción de ambos. “La de la película está re perdida, la otra es despierta e informada. El vestido, la peluca y los accesorios son los mismos que yo usaba en el Maipo”, manifestó.
2. La escena de las diez baldosas: se sabe que Alejandro Doria siempre se caracterizó por hacer que sus películas tengan un tinte extravagante, y eso lo ejecutaba mediante su forma de dirigir. Betiana Blum, una de las actrices de la comedia, recordó que hubo una escena particular de Esperando la Carroza en la que 42 personas se tuvieron que parar sobre 10 baldosas para hacer la ilusión de que había una muchedumbre enorme. Debido al fuerte apretuje, la misma se tuvo que grabar unas miles de veces, ya que la cámara sufría pérdidas de foco, golpes y cambios sin marcar. Todos los actores manifestaron que si bien fue difícil, pudieron lograr grabarla, dejando en evidencia el fuerte compromiso que sentían hacía el film y lo bien que quedó en el resultado final.
3. Familia unida: esto es sin dudas algo totalmente contradictorio a lo que se vivía en el set de Esperando la Carroza, una vez que las cámaras se apagan. Todos retrataban miembros de una familia que se llevaba pésimo: discusiones incesantes, poquísima paciencia, así como problemas personales entre ellos que no sabían cómo solucionar. No obstante, todos los actores eran una gran familia, felices de compartir el set entre ellos. “Era toda gente con trayectoria en el que había mucho compañerismo. Íbamos a esa casa, llegábamos, Beto Brandoni planificaba la comida, China me enseñó la ensalada Caprese, me la trajo, ese era el clima en el que vivíamos. Trabajábamos como una familia”, recordó quien interpretaba a Nora.
4. Un comienzo difícil: a pesar de ser hoy un ícono de la filmografía argentina, lo cierto es que al principio costó mucho que las personas logren ir a verla al cine. En 1985, un momento un tanto sensible de la sociedad, era complicado que las personas quisiesen salir a ver una película de humor negro, exponiendo los problemas de la clase más baja. No obstante, fue Antonio Gasalla quien se encargó de hacer que la misma se vuelva de lo más popular, yendo vestido como Mamá Cora a programas de TV. No fue hasta que salió en VHS que se comercializó muchísimo más. Uno de los primeros que le abrieron la puerta al personaje fue el de Badía y Compañía, para luego proceder a espacios más glamorosos como el de Susana Giménez, lugar que ocupó hasta hace apenas unos pocos años.
5. Momentos previos al cine: doce años previos a su llegada a la pantalla grande, esta historia tuvo su debut en el ciclo Alta Comedia. Bajo la dirección de Doria, en la versión de 1973 participaron destacados actores como China Zorrilla, Pepe Soriano, Raúl Rossi, Dora Baret, Alberto Argibay, Lita Soriano, Alicia Berdaxagar, Marta Gam y Hedy Crilla, quienes interpretaron los roles de Mamá Cora y sus allegados con maestría. Luego, se tomó la decisión de que se grabe y modifique para pasar a cine.