Hay varias cosas que definen a los argentinos… uno es la pasión por el fútbol, y otra muy grande es la producción del vino. Es por eso que no resulta nada sorprendente cuando sale que el mejor de todos los Malbec del mundo es uno hecho en la provincia de Mendoza.
El vino es el Doña Paula Estate Malbec 202, de la bodega Doña Paula. El mismo salió con el puesto número uno en el Decanter Panel Tasting for Value Malbec, y compitió con otras 149 etiquetas, aunque no resulta novedoso que se haya podido destacar por sobre las demás firmas por la excelente calidad que posee.
Lo llamativo de ese producto es que no es ninguno que se comercialice de forma muy exclusiva. Es decir, estas botellas se pueden conseguir en todos los supermercados del país, como en tiendas online, en donde su precio su supera los $3.500. Esto es algo muy importante para los productores, que buscaban crear algo de mucha calidad sin necesidad de hacerlo muy caro.
“Doña Paula Estate Malbec manifestó las singulares características del Valle del Uco con aromas y sabores que lo caracterizan, ofreciendo una gran personalidad, elegancia y frescura”, reza la prestigiosa publicación. “En nariz se perciben frutos negros, violetas y especias; también notas minerales y de grafito. De gran balance y frescura en boca, con buena concentración y estructura. Con taninos suaves y un persistente final”, explicaron desde la bodega en la que se produce esta bebida, y en donde se hacen cerca de 900 mil botellas por vendimia.
Lo que tiene esta botella que terminó ser la favorita de todo el certamen es la calidad de los suelos en donde se produce. Esto es, la frescura de los mismos, sumados a que tiene una buena cantidad de carbonato de calcio, lo vuelven ideales para generar este tipo de embotellados, motivo por el cual quedó en el primer puesto.
TODO ACERCA DEL VINO MALBEC
El Malbec es una variedad de uva tinta que se ha convertido en sinónimo de los vinos argentinos, aunque su origen se remonta a la región de Cahors en Francia. A diferencia de otras variedades de vino tinto como el Cabernet Sauvignon, el Merlot o el Syrah, el Malbec se destaca por su perfil frutal intenso y sus notas de ciruela, mora y cereza. Estos sabores son especialmente pronunciados en los vinos producidos en Argentina, donde el clima y el suelo contribuyen a desarrollar un carácter distintivo en esta uva. El Malbec argentino suele ser más suave y menos tánico que sus contrapartes francesas, lo que lo hace accesible y agradable para una amplia gama de paladares.
En comparación con el Cabernet Sauvignon, que es conocido por su estructura tánica firme y su capacidad de envejecimiento, el Malbec tiende a ser más suave y accesible en su juventud. Mientras que el Cabernet Sauvignon ofrece notas de grosella negra, tabaco y pimiento verde, el Malbec ofrece una explosión de fruta madura y especias dulces. Esta diferencia en el perfil de sabor y la estructura hace que el Malbec sea una opción popular para quienes prefieren un vino tinto más afrutado y menos astringente.
El Merlot, otra popular variedad de uva tinta, comparte algunas similitudes con el Malbec en términos de suavidad y accesibilidad. Sin embargo, el Merlot tiende a tener un perfil de sabor más redondeado con notas de ciruela, chocolate y hierbas. El Malbec, por otro lado, es más audaz en su expresión frutal y puede tener un toque de especias como la pimienta negra. Esta diferencia en el sabor hace que el Malbec sea una opción más vibrante y energética en comparación con el Merlot, que es conocido por su elegancia y sutileza.
El Syrah, conocido por sus intensas notas de frutas negras, pimienta y a menudo un carácter ahumado, ofrece una experiencia de degustación diferente a la del Malbec. Aunque ambos vinos pueden ser potentes, el Syrah suele ser más robusto y complejo, con una mayor presencia de taninos y acidez. El Malbec, en contraste, ofrece una sensación en boca más aterciopelada y un enfoque más directo en la fruta, lo que lo hace más fácil de disfrutar sin necesidad de un extenso envejecimiento.
Además de las diferencias en el perfil de sabor y la estructura, el Malbec también se destaca por su versatilidad en maridajes. Gracias a su suavidad y carácter frutal, el Malbec se complementa bien con una variedad de platos, desde carnes a la parrilla hasta quesos y pastas con salsas ricas. En comparación, el Cabernet Sauvignon y el Syrah, con su mayor estructura tánica y acidez, suelen requerir alimentos más contundentes y grasos para equilibrar su intensidad. El Merlot, por su parte, es igualmente versátil, pero su perfil más sutil puede no destacarse tanto en maridajes más fuertes.
Finalmente, la popularidad del Malbec ha crecido enormemente en las últimas décadas, especialmente en mercados internacionales, gracias a su calidad y accesibilidad. Mientras que el Cabernet Sauvignon y el Merlot siguen siendo pilares de la viticultura global, el Malbec ha encontrado su nicho como una opción preferida para aquellos que buscan vinos tintos con un perfil frutal exuberante y una textura suave. Esta combinación de factores ha consolidado al Malbec como un competidor fuerte y distintivo en el mundo del vino.