Sin dudas que Argentina es uno de los países que más logró desarrollar la industria y exportación del vino. Y es así como podemos encontrar botellas de nuestro país en supermercados de todo el mundo. Pero, sin ir más lejos es en Argentina en donde encontramos los mejores productos de esta rama para probar.
SI bien hay muchas provincias que se dedican a producir esto, lo cierto es que hay algunos destinos particulares que no se pueden negociar. En este artículo se exponen cinco viñedos que son de los más emblemáticos en la ruta del vino en Argentina y que no pueden faltar en los recorridos por la zona.
5 VIÑEDOS QUE NO PUEDEN FALTAR EN LA RUTA DEL VINO
1. Mendoza: La Capital de esta bebida Mendoza es sin duda el corazón de la viticultura argentina. Esta provincia, ubicada en la región de Cuyo, produce más del 70% del país, destacándose por su capacidad para cultivar uvas de alta calidad gracias a su clima árido y montañoso. El sistema de riego ancestral, heredado de los indígenas Huarpe, utiliza aguas de deshielo de la Cordillera de los Andes, asegurando un suministro constante y adecuado para los viñedos. Mendoza es hogar de tres regiones vitivinícolas principales: el Valle de Uco, Maipú y Luján de Cuyo. Cada una ofrece características únicas que se reflejan en la diversidad de sus vinos. En esta provincia, la variedad Malbec se ha consolidado como la cepa insignia, produciendo algunos de renombre internacional.
2. Viñedo Catena Zapata: Innovación y Tradición Catena Zapata es un nombre emblemático en el mundo del argentino. Fundado por Nicola Catena en 1902, este viñedo ha sido pionero en la introducción de prácticas vitivinícolas modernas. La bodega, con su icónico diseño en forma de pirámide maya, ofrece una experiencia única para los visitantes. Nicolás Catena Zapata, nieto del fundador, es reconocido por su trabajo en elevar la calidad a nivel mundial. Bajo su liderazgo, la bodega ha experimentado con diferentes altitudes y terroirs, logrando muchos de gran complejidad y elegancia. Las visitas guiadas permiten a los visitantes explorar la historia de la bodega, los viñedos de altura, y disfrutar de degustaciones de sus vinos premium, incluyendo el aclamado Catena Zapata Malbec Argentino.
3. Viñedo Achaval-Ferrer: Excelencia en Terroir Achaval-Ferrer es reconocido por su dedicación a la producción de vinos de terroir. Situado en el Valle de Uco, sus viñedos aprovechan las altitudes elevadas para cultivar uvas de alta calidad. La bodega fue fundada en 1998 y desde entonces se ha enfocado en la producción de vinos que reflejan fielmente el carácter de su lugar de origen. Sus vinos, particularmente los Malbec de viñedo único como Finca Bella Vista, Finca Altamira y Finca Mirador, han recibido altas puntuaciones en revistas especializadas. Los visitantes pueden disfrutar de catas exclusivas y paseos por los viñedos, aprendiendo sobre la influencia del terroir, la amplitud térmica y las técnicas de vinificación que contribuyen a la calidad del vino.
4. Bodega Salentein: Un Viaje Artístico y Enológico Ubicada también en el Valle de Uco, Bodega Salentein combina la pasión por el vino con el arte. Fundada en 1996 por el empresario holandés Mijndert Pon, Salentein se ha convertido en un referente de calidad en la región. El complejo turístico incluye una galería de arte contemporáneo, Killka, y una capilla de arquitectura moderna, ofreciendo una experiencia multisensorial. Las visitas a la bodega incluyen degustaciones de sus aclamados vinos, como el Salentein Primus y el Salentein Gran Valle de Uco, y recorridos por sus impresionantes instalaciones que integran arquitectura y paisajes naturales. Además, el restaurante de la bodega ofrece una propuesta gastronómica que marida perfectamente con sus vinos.
5. La Experiencia de Los Caminos del Vino Recorrer los Caminos del Vino en Mendoza permite a los visitantes sumergirse en la cultura vitivinícola local. Este circuito turístico incluye una amplia variedad de bodegas, desde las más tradicionales hasta las más modernas, cada una ofreciendo experiencias únicas. Participar en la vendimia, donde los visitantes pueden cosechar uvas y aprender sobre el proceso de vinificación, es una actividad destacada. Además, muchas bodegas ofrecen talleres de cata y maridaje, permitiendo a los visitantes desarrollar sus habilidades sensoriales. La gastronomía local, maridada con los vinos de la región, es un deleite imperdible, con platos como el asado argentino, empanadas y otros manjares que complementan perfectamente la experiencia enológica.
La Ruta del Vino en Argentina es una experiencia enológica que va mucho más allá de la degustación de vinos. Cada región, con su historia única y paisajes impresionantes, ofrece actividades variadas que incluyen turismo activo, exploraciones culturales y deleites gastronómicos. Desde los viñedos de altura en Salta hasta los modernos complejos en Mendoza, cada visita es una oportunidad para descubrir la pasión y dedicación que caracterizan a la viticultura argentina. Para cualquier amante del vino, este recorrido es una aventura inolvidable que celebra la diversidad y riqueza de los vinos argentinos en todo su esplendor.
