Uno de las comidas que no puede faltar en ningún festejo es el sándwich de miga. No hay argentino que no sea fanático del mismo, de su versatilidad y de todas las combinaciones locas que se pueden hacer con su sabor. A pesar parecer un clásico de la gastronomía argentina, hay muchos que aún desconocen su origen y su procedencia.
La realidad indicaría que sí: que el sándwich de miga efectivamente se creó dentro de las cocinas argentinas. Por ahora, es uno de los pocos países que lo sirven y resultaría lógico pensar que surgió en este mismo lugar. Pero para poder confirmar esta teoría, o más bien mito, vamos a hacer una recapitulación por la historia de este plato.
SÁNDWICH DE MIGA: ¿ES ARGENTINO?
Lamentablemente el producto no es argentino. Al igual que muchos de las comidas que se comen acá, el mismo vino de los inmigrantes europeos a comienzos del siglo XX. Muchos pensarían que devino de los clásicos bocadillos españoles, personas que tienen los embutidos en su sangre y son los primeros en comer cualquier cosa entre dos panes.
No obstante, el precedente del clásico es el tramenzzino italiano. El mismo fue inventado en 1925 en una cafetería de Turín y combinaba los sabores más excéntricos, tal como se hace ahora en Argentina. La innovación de cortar los bordes del pan, en un país en donde el hambre era algo que acostumbrada, fue algo que llamó tanto la atención que terminó quedándose para siempre.
Pero no solo fue el corte de los bordes lo que hizo que muchos terminen quedándose con este producto. Fue la humedad que le aportaron al sándwich, debido a la mezcla de mayonesa con leche que se usa para ablandarlo, lo que enamoró por completo a los europeos. Fue así como en el cruce de todo el Océano Atlántico que debieron traer consigo semejante manjar.
DIFERENCIAS ENTRE TRAMENZZINO Y EL SÁNDWICH DE MIGA
Claro que una vez en el continente americano, el plato italiano fue sujeto a muchas modificaciones para adaptarse al paladar de los argentinos. En Europa sus sabores son muy sofisticados, ya que combina elementos como el salmón ahumado, los langostinos y las más finas hierbas para hacer un plato deluxe. Como la idea era reemplazar los clásicos sándiwiches del high tea inglés, es que tenían que tener cierto aire de glamour.
No obstante, en Argentina la receta es mucho más simple. Sin dejar de lado la carencia de bordes y la humedad característica, los sándwichs de miga tienen sabores mucho más comunes. Jamón y queso, huevo, queso y tomate, etc. También pueden tener lechuga, atún, algún que otro queso llamativo y ese es el fin de la cuestión.
Claro que hay lugares que combinan alimentos excéntricos, como ciruelas, berenjenas, y zanahorias, pero no se deja de lado que el sabor y la forma de hacerlos sean sencillos y prácticos, así como de la forma más casual y cómoda de comerlos. Con el tiempo se volvió un clásico en todas las festividades argentinas.