Para las personas que tienen afinidad al Cristianismo, el Cristo Redentor es una de las piezas más bellas e importantes de la historia. Esto mismo cree Pablo Cardoso, el argentino que reside dentro de la figura hace casi 20 años. Lo llamativo de su historia es la forma en la que percibe a Dios, ya que considera que vivir ahí es como estar más cerca de Él.
LA HISTORIA DE PABLO, EL ARGENTINO QUE VIVE DENTRO DEL CRISTO REDENTOR
El Cristo Redentor se ubica en la ciudad de Río de Janeiro, en el Parque Nacional da Tijuca y es visitado por millones de personas todos los años, quienes les ofrecen sus rezos a cambio de bendiciones. Pesa alrededor de 1445 toneladas y tiene 38 metros de altura, una pieza que se puede ver desde kilómetros de distancia.
Pablo Cardoso, argentino oriundo de la Provincia de Buenos Aires, tiene su pequeña casa debajo del brazo izquierdo del ícono religioso y asegura que vivir allí “es como un regalo de Dios”. Lo cierto es que él fue nombrado como el cuidador de la figura, por lo que su trabajo consiste en ver su estabilidad, su pintura y en caso de fuertes vientos y lluvias su estado tras ello.
En muchos noticieros brasileños explicó cómo es que llego a vivir dentro del Cristo. “Vengo de una familia que sufría necesidades básicas, iba a la iglesia y a través de organizaciones benéficas me ayudaban, y con esta ayuda que me daban en la iglesia podía prosperar, podía estudiar, y pude avanzar en la vida como ser humano”, explicó el argentino.
Desde pequeño desarrolló muchísima Fe en Dios, inculcado por sus padres y abuelos que siempre se apoyaron mucho en la Iglesia con tal de conseguir un poco de prosperidad. Pablo asegura que, además de sentirse más cerca de Jesús, lo que más le gusta de vivir allí son las vistas a toda la ciudad que lo enamoran día tras día.
Su casa se encuentra en el noveno piso del Cristo, y él todos los días tiene la minuciosa rutina de revisar espacio por espacio toda la estatua. En caso de que haya algo que reparar, él es el encargado de arreglarlo, y si la labor es muy complicada, entonces llama a alguien especializado para lo ayude en las alturas.”Estamos en el noveno piso, donde está el sagrado corazón de Jesucristo. Todo el monumento está cubierto de piedritas de jabón en forma de triángulo y cada una lleva el nombre de cada persona que donó para su construcción”, agregó. Vive en ese lugar hace 15 años y por ahora no encuentra motivos para mudarse o regresar a la Argentina.
A través de su cuenta de Instagram, el hombre comparte videos y fotos de cómo es su vida dentro del Cristo y lo mucho que le gusta su rutina allí dentro. Se entiende que es una vida un poco solitaria, ya que no tiene permitido el ingreso de visitas a su casa, y tiene que permanecer allí seis días de la semana, de manera obligatoria. A pesar de estas pesadas responsabilidades y deberes, Pablo no querría otra vida para él.