Jacobo Winograd es un empresario mediático que, aunque no sea muy reconocido por las nuevas generaciones, seguramente escuchaste alguna de sus ingeniosas frases.
Con respecto a sus dichos mediáticos, Winograd reveló la historia detrás de una de sus más célebres: “Billetera mata galán”. Esta expresión perdura en el tiempo y se convirtió en un fenómeno popular, utilizada en diversos contextos para describir la influencia del dinero en las relaciones personales.
Según relata el empresario, el origen de la frase se remonta a un encuentro con el reconocido periodista Jorge Guinzburg en su empresa de autos en el hotel Sheraton. Durante la visita, Guinzburg estaba sorprendido por la presencia de mujeres atractivas acompañadas de hombres mayores o con sobrepeso y se lo comentó a su amigo. Fue en ese momento que Jacobo, sin pensarlo demasiado, respondió: “No, Jorge, no es rara la vida, lo que pasa es que billetera mata galán”.
La contundencia y espontaneidad de su respuesta sorprendieron a Guinzburg, quien sugirió que Jacobo patentara la frase. A partir de ese momento, “Billetera mata galán” se convirtió en una expresión popular que trascendió los límites de la anécdota original, y se instaló como un concepto que deja ver la realidad de la influencia económica en las relaciones personales y románticas.
Winograd, conocido por ser un creador de frases, señaló que esta fue la más importante que inventó y que quedó grabada en la memoria colectiva. Además, mencionó que a lo largo de su carrera generó alrededor de cien frases ingeniosas, entre las que destaca: “algunos tienen noche, a otros se les hace tarde”.
Jacobo Winograd afirmó que la historia de “Billetera mata galán” prevalecerá a lo largo del tiempo y nadie podrá cambiarla, ya que encierra una realidad innegable. Esta expresión se convirtió en un recordatorio de que a veces la plata es más que lo físico y la personalidad de una persona por lo que jugar un papel significativo en las relaciones personales. Esto ejemplifica más cuando es un vínculo entre un/a mayor de 60/70 años o más y una persona de unos 20/30. O incluso cuando la persona no es tan atractiva. El impacto de la frase trascendió fronteras convirtiéndose en popular y ampliamente reconocida.