El Gauchito Gil es una figura muy venerada en Argentina, especialmente en la región norte del país. Su verdadero nombre era Antonio Plutarco Cruz Mamerto Gil Núñez, y vivió en Mercedes, provincia de Corrientes en el siglo XIX.
Gil Núñez participó en la guerra de la Triple Alianza y fue reclutado después por el Partido Autonomista para luchar en la guerra civil correntina contra el Partido Liberal. Sin embargo, desertó y fue capturado, colgado de un árbol de Espinillo y asesinado con un corte en la garganta.
Cada 8 de enero, miles de personas en Argentina rinden culto al Gauchito Gil, una figura religiosa que se ha convertido en un santo popular sin ser parte del santoral ni estar en proceso de canonización. Ese día, en cada rincón del país, se enciende una vela roja en su honor. Representa una mezcla de tradiciones religiosas y populares que se entrelazan en la cultura argentina y que han sobrevivido al paso del tiempo.
¿Por qué le rezan?
Se dice que antes de morir, el Gauchito Gil le pidió a su verdugo que rezara en su nombre por la vida de su hijo, que estaba muy enfermo. Después de matarlo, el hombre llegó a su casa y encontró a su hijo al borde de la muerte. Al rezar por el Gauchito Gil, el hijo del verdugo sanó milagrosamente.
La gente que se enteró de este suceso construyó un santuario en su honor, donde se le rinde culto. La figura del Gauchito Gil comenzó a venerarse como un santo popular. Muchas personas comenzaron a visitar su tumba en el cementerio de Mercedes, y a hacerle ofrendas y pedidos de milagros. Hoy en día, su culto sigue en Argentina y otros países de América Latina, y se lo considera el patrono de los pobres y marginados.
Se pueden encontrar santuarios en su honor en caminos urbanos y rurales. Los devotos del Gauchito le hacen ofrendas y prenden velas rojas en su santuario ubicado a kilómetros de la ciudad correntina. El color rojo es característico del Partido Autonomista de la provincia de Corrientes.
Muchos lo consideran el santo de los desahuciados y se le pide por la salud, el trabajo y la protección en momentos difíciles. Incluso algunos hacen pedidos por cuestiones consideradas pecaminosas o ayuda en el amor.